Francisco Solano López dejó una marca indeleble en todos nosotros, al ilustrar una de las historias gráficas más emblemáticas de la Argentina: El Eternauta, creada por Héctor Germán Oesterheld,.
Este tataranieto del controvertido mariscal paraguayo del mismo nombre nos regaló un ícono de nuestra memoria colectiva: Juan Salvo, con su traje espacial, caminando bajo esa extraña nieve a través de las calles de Buenos Aires.
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2 comentarios:
Se fue un grande...Juan Salvo se queda
Eximio historietista al que conocí hace poco.......................
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