En el Apeadero Witold Gombrowicz (Las Heras y Agüero) se instaló una máquina expendedora de libros, que combina la rapidez de la vida diaria y ciertos textos que a veces desaparecen de la vista y hay que buscarlos en los gabinetes especializados, editados por la Biblioteca Nacional.
Se trata de una colección de libros que en su forma pequeña dirigen su mirada hacia la historia editorial pasada y a las publicaciones olvidadas o que esperan ser redimidas. A cambio de una moneda de un peso, saldrán del gabinete a la calle, para mezclarse con las bocinas de los colectivos y el apuro de los peatones...
1 comentario:
Buenísima esta idea. No sabía que existía. Gracias por difundirla
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