Interesante oportunidad para, a través del análisis de caracterizaciones, gestos y actitudes, contextualizar similitudes y diferencias en el tiempo de dos instituciones que perduran.
La peculiar relación existente entre escuela y familia exige una exquisita coordinación. Del mismo modo, la necesidad de personalización para una verdadera formación, y la reciprocidad de la relación establecida, solicitan crecientes grados de participación y comunicación entre ambas instituciones.
Esa relación de confianza es la que determina, matiza y da forma a este binomio, que debe estar marcada por una actitud de responsabilidad compartida y complementaria en la tarea de educar.
2 comentarios:
Muy cierta la imagen. Los docentes venimos perdiendo terreno en nuestra autoridad. ¿Qué hicimos?
Gracioso y penoso a la vez. ¡Toda una descripción!
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