Jugar...

“Muy a menudo, el esfuerzo que los hombres ponen en actividades que parecen ser completamente inútiles, resulta ser extremadamente importante por caminos que nadie habría podido prever. El juego ha sido siempre la fuente de la cultura.”

Ítalo Calvino

En el libro Juegos inocentes, juegos terribles (Editorial Eudeba, Buenos Aires, 1998), la ya desaparecida Graciela Scheines describió tres preguntas existenciales que se han formulado los hombres y mujeres en las distintas culturas a lo largo de la historia y que vincula con el juego y el jugar:

¿Cómo encontrar el camino cuando uno se encuentra a la deriva?
¿Cómo encontrar el orden cuando reina el caos?
¿Cómo llenar el vacío existencial?

La búsqueda de respuestas a estas preguntas, según la autora, corresponde a algunos de los desafíos del jugar:
- encontrar el camino presente en los juegos de recorrido como la Oca y la Rayuela;

- la búsqueda del orden presente en los rompecabezas;
- el llenado del vacío en los juegos de encastre, las adivinanzas, los enigmas.

Es entonces que el jugar es posible: cuando un sujeto acepta un desafío y los riesgos de sentir cierta emoción, en un entorno social y físico estable.

Para leer Sostener el "jugar" entre varios, pasaporte a la cultura. (Patricia Redondo entrevista a Perla Zelmanovich)